La voz
- Don Trino reprende a Peter Alexander por llegar a medianoche; sin embargo, el sereno y la euforia del momento lo dejan disfónico. Su compadre muy amablemente intenta auxiliarlo con un remedio casero, pero este resulta peor que la enfermedad.
Esta web utiliza cookies propias o de terceros. Al continuar con la navegación, aceptas el uso que hacemos de ellas. Si lo deseas puedes modificar tus preferencias en el navegador u obtener más información aquí.